Para deshacernos de esos kilos de más, para conseguir bajar de peso, además de una dieta saludable es necesario realizar algún tipo de ejercicio.
En este artículo vamos a discutir sobre la conveniencia o no de acudir a un gimnasio para conseguir nuestro objetivo de deshacernos de la panza.
Acudir a este tipo de establecimientos tiene unas ventajas evidentes:
Ahora bien, donde uno ve inconvenientes otros ven oportunidades y, de manera análoga, lo que para uno son ventajas otros los consideran inconvenientes: Acudir al gimnasio:
En este estado de situación,
Definitivamente no.
Tu cuerpo en sí ya es un peso a levantar y si no puedes con él ¿para qué quieres más?.
Pensemos que en el ejercicio físico, el uso de mucho con pocas repeticiones es utilizado para crear volumen, mientas que para definir el músculo lo que es necesario es la realización de muchas repeticiones con poco peso.
Para la realización del ejercicio no son necesarios los aparatos, máquinas específicamente desarrolladas para la realización de ejercicios en lugares cerrados como son los gimnasios. No discutimos las ventajas del spinning pero ¿No se puede realizar un ejercicio por lo menos similar pidiéndole prestada la bicicleta a nuestro hijo y paseando por sitios con cuestas?¿No será mejor si además disfrutamos del aire puro de la montaña, en lugar del "enrarecido" aire del gimnasio?.
A principios del siglo XX, Charles Atlas, desarrolló un método al que llamó "Tensión Dinámica" en dicho programa no utilizaba aparatos de gimnasio sino sólo la fuerza de su cuerpo en ejercicios en los que una parte del cuerpo ejerce una fuerza y otra hace de peso o de contrafuerza.
No es un método nada despreciable, pues su autor fue la prueba viviente de su efectividad, al ser considerado por la revista Cultura Física como "el hombre más perfectamente desarrollado del mundo" y haber pasado sus ejercicios a ser parte del entrenamiento de las fuerzas armadas estadounidenses.
Por saludable que resulte la realización de ejercicio físico esta no puede ser tomada a la ligera.
No podemos pasar de años de abandono de nuestro cuerpo a intentar correr una maratón, nadar 20 piscinas o levantar un armario. Nuestro cuerpo es una máquina, una máquina desentrenada y debemos actuar paulatinamente.
Renunciar al gimnasio significa renunciar al monitor, por ello debemos informarnos muy bien antes de comenzar cualquier actividad física, sobre la forma correcta de realizar los ejercicios y sobre la serie más adecuada para la progresión.
Después de años sin correr debemos comenzar con rescatar la ropa de deporte del armario y ... caminar. Debemos comenzar caminando y controlando la respiración. Iremos ampliando cada vez más la distancia hasta que nuestro estado físico nos permita pasar a alternar paseos rápidos con pequeñas carreras al trote y así sucesivamente llegaremos al estado físico que deseamos.
Haciendo las cosas de una manera ordenada obtendremos mejores, resultados y, alejaremos la posibilidad de lesiones que serían totalmente contraproducentes.
En este artículo vamos a discutir sobre la conveniencia o no de acudir a un gimnasio para conseguir nuestro objetivo de deshacernos de la panza.
Acudir a este tipo de establecimientos tiene unas ventajas evidentes:
- Dispondremos de un monitor que nos dará indicaciones sobre la manera correcta de realizar los ejercicios y su frecuencia, para maximizar resultados y, sobre todo, alejar la posibilidad de lesiones.
- El tener un horario al que acudir nos dará una disciplina de trabajo que, de otra manera, es difícil para muchas personas.
- Dispondremos de aparatos especializados, orientados a ejercicios específicos que actúan sobre zonas muy específicas.
- El ambiente en el que nos desenvolveremos favorecerá nuestro esfuerzo pues estaremos rodeados de gente que comparte nuestras inquietudes y persigue las mismas metas.
Ahora bien, donde uno ve inconvenientes otros ven oportunidades y, de manera análoga, lo que para uno son ventajas otros los consideran inconvenientes: Acudir al gimnasio:
- Implica tener que someternos a un horario y ya estamos cansados del tiranismo del reloj.
- No queremos que alguien nos dé ordenes y menos pagándole.
- En un gimnasio siempre encontraremos gente que progresa más que nosotros y eso puede ser contraproducente, en lugar de animarnos a intentar mejorar, nos desanima a seguir.
- Lo que para muchos es lo más importante y para casi nadie despreciable: acudir a este tipo de establecimiento, aunque sea municipal, tiene un coste que no siempre nos podemos permitir.
En este estado de situación,
¿Son necesarios los gimnasios para bajar de peso?
Definitivamente no.
Tu cuerpo en sí ya es un peso a levantar y si no puedes con él ¿para qué quieres más?.
Pensemos que en el ejercicio físico, el uso de mucho con pocas repeticiones es utilizado para crear volumen, mientas que para definir el músculo lo que es necesario es la realización de muchas repeticiones con poco peso.
Para la realización del ejercicio no son necesarios los aparatos, máquinas específicamente desarrolladas para la realización de ejercicios en lugares cerrados como son los gimnasios. No discutimos las ventajas del spinning pero ¿No se puede realizar un ejercicio por lo menos similar pidiéndole prestada la bicicleta a nuestro hijo y paseando por sitios con cuestas?¿No será mejor si además disfrutamos del aire puro de la montaña, en lugar del "enrarecido" aire del gimnasio?.
A principios del siglo XX, Charles Atlas, desarrolló un método al que llamó "Tensión Dinámica" en dicho programa no utilizaba aparatos de gimnasio sino sólo la fuerza de su cuerpo en ejercicios en los que una parte del cuerpo ejerce una fuerza y otra hace de peso o de contrafuerza.
No es un método nada despreciable, pues su autor fue la prueba viviente de su efectividad, al ser considerado por la revista Cultura Física como "el hombre más perfectamente desarrollado del mundo" y haber pasado sus ejercicios a ser parte del entrenamiento de las fuerzas armadas estadounidenses.
Ejercitarse sin riesgo.
Por saludable que resulte la realización de ejercicio físico esta no puede ser tomada a la ligera.
No podemos pasar de años de abandono de nuestro cuerpo a intentar correr una maratón, nadar 20 piscinas o levantar un armario. Nuestro cuerpo es una máquina, una máquina desentrenada y debemos actuar paulatinamente.
Renunciar al gimnasio significa renunciar al monitor, por ello debemos informarnos muy bien antes de comenzar cualquier actividad física, sobre la forma correcta de realizar los ejercicios y sobre la serie más adecuada para la progresión.
Después de años sin correr debemos comenzar con rescatar la ropa de deporte del armario y ... caminar. Debemos comenzar caminando y controlando la respiración. Iremos ampliando cada vez más la distancia hasta que nuestro estado físico nos permita pasar a alternar paseos rápidos con pequeñas carreras al trote y así sucesivamente llegaremos al estado físico que deseamos.
Haciendo las cosas de una manera ordenada obtendremos mejores, resultados y, alejaremos la posibilidad de lesiones que serían totalmente contraproducentes.
